domingo, 15 de septiembre de 2013

INTERCAMBIO DE GASES (Sistema Respiratorio)


Intercambio de gases

La respiración es un proceso de múltiples pasos en la ventilación pulmonar sólo es el primero, los siguientes 3 pasos son:

ü  Intercambio externo de gases (entre la sangre y el aire alveolar)

ü  Intercambio interno de gases (entre la sangre y las células del cuerpo)

ü  Transporte de gases (por la sangre entre los pulmones y los tejidos)

 

En el intercambio de gases intervienen gradientes de presión parcial

La ventilación pulmonar consiste en un flujo masivo de aire: las diversas moléculas se mueven juantas hacia adentro y fuera de los pulmones por el mismo gradiente de presión. Cuando se trata del intercambio de gases interno y externo, sin embargo, cada gas actúa de manera independiente, moviéndose por su propio gradiente de presión.

La presión de un gas específico se denomina presión parcial.

 

El intercambio externo de gas carga oxígeno y descarga dióxido de carbono

El intercambio externo de gases, la transferencia de oxígeno desde los alvéolos a la sangre y de CO2 desde la sangre a los alvéolos se produce en su totalidad por difusión. La difusión del gas a través de la membrana pulmonar depende de dos factores principales:

§  Los gradientes de presión parcial entre el aire alveolar y la sangre

§  La salud de los tejidos de los pulmones

 

Gradientes de presión mayores aumentan el cambio de gases

El determinante más importante del cambio externo de gas son los gradientes de presión parcial entre los alvéolos y la sangre. La presión parcial de oxígeno es mayor en los alvéolos (104 mmHg) que en la sangre pobre en oxígeno que llega a los pulmones (PO2 = 40 mmHg), por lo que el oxígeno difunde por su gradiente de presión parcial desde el alvéolo a la sangre.

 

Transporte de oxígeno e intercambio de gases

El oxígeno difunde desde el aire alveolar rico en oxígeno hacia la sangre arterial pulmonar pobre en oxígeno. Sin embargo, la parte acuosa de la sangre (plasma) es un medio más inhóspito para el oxígeno. Este gas no es muy soluble en agua por lo que sólo el 1% del oxígeno de la sangre puede disolverse en el plasma.

La hemoglobina con moléculas de oxígeno unidas, conocida como oxihemoglobina, es rojo escarlata, el color de la sangre arterial.

 


Transporte de dióxido de carbono e intercambio interno de gases

El CO2 se mueve en la dirección opuesta a la del oxígeno, es decir, entra en la sangre desde los tejidos y sale de la sangre a los pulmones. Dentro de los tejidos, el CO2 pasa hacia el plasma fluyendo a favor del gradiente de presión parcial de co2: la PCO2 tisular es de 45 mmHg y la PCO2 de la que entra en los capilares sistémicos es de aproximadamente 40 mmHg.

Alrededor del 5% al 10% del CO2 de la sangre disuelta en ésta área, una cifra muy superior al escaso oxígeno que se transporta de esta forma, puesto que es mucho más soluble en agua que el oxígeno. Otro 10% de CO2 se transporta unido a la hemoglobina.

El restante 80% a 90% de CO2 no se transporta en forma de gas sino como una molécula altamente soluble en forma de bicarbonato.
 
 

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